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Muere un macho de urogallo en Benasque

Un urogallo aparecía muerto en la Plana de Senarta y aunque la necropsia del animal dará los detalles de las causas últimas de su muerte, se considera que el enorme estrés sufrido durante los últimos días ha sido el desencadenante del fatal desenlace. Por razones aún poco conocidas, algunos de estos machos encelados (y ocasionalmente alguna hembra) se dejan ver con facilidad, separándose de los cantaderos y realizando su exhibición en zonas atípicas, a veces frecuentadas por el hombre.

En definitiva, la consecuencia de las molestias causadas por un público que, desconocedor del comportamiento de esta especie, ha tratado de llevarse un recuerdo de un acontecimiento excepcional buscando la proximidad al animal, ha sido la muerte de este.

Durante la época de celo el comportamiento de los machos de urogallo se encuentra dominado por la necesidad de exhibirse ante las hembras en enclaves denominados cantaderos, donde concentran su actividad fundamentalmente nocturna o crepuscular en unos pocos días de la primavera. La espectacularidad del comportamiento de celo de estos ejemplares puede atraer a curiosos en busca de fotografiar el evento. Es importante saber que el momento del celo en los urogallos es una época extremadamente sensible y la reiteración de molestias en este periodo crítico suele conducir a desenlaces fatales. Hay que recordar que no solo causar daño a ejemplares de la fauna silvestre está prohibido por la ley, también lo está perseguirles y ocasionarles molestias intencionadamente.

Conscientes de esta situación, cuando el día 26 de abril se tuvo conocimiento de la presencia de un urogallo encelado que se aproximaba a las personas en la Plana de Senarta, Agentes para la Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón pusieron en marcha el operativo para capturar el ejemplar que a esas alturas ya había sido objeto de multitud de fotografías y persecuciones para inmortalizar su comportamiento y la inusual proximidad a los transeúntes. El día 27 de abril, dado lo concurrido en el lugar donde apareció y la imposibilidad de establecer medidas eficaces para el control del acceso, fue trasladado a una zona apartada y tranquila, situada a varios kilómetros de distancia del lugar donde fue localizado. Allí fue liberado después de ser identificado con una anilla.

Pocos días después de ser desplazado, el viernes 5 de mayo, el ejemplar apareció de nuevo en el mismo lugar donde había sido avistado inicialmente y una vez más sufrió la persecución de las personas que transitaban por la zona. La inmediatez del fin de semana (con el consiguiente aumento de frecuentación que conllevaba) hizo aconsejable un nuevo traslado del animal, que se encontraba ya bastante alterado por la situación. Pero al intentar este nuevo traslado el animal falleció antes de poder ser liberado.

En los últimos años, los avistamientos de machos encelados en el Pirineo aragonés se están produciendo con cierta frecuencia, sin que exista una explicación completamente satisfactoria sobre las causas de este comportamiento. Muchos lo relacionan con la pérdida de hábitats adecuados para la especie, con interferencias antrópicas o con desequilibros demográficos en sus poblaciones, consecuencia del declive que están sufriendo en toda su área de distribución tanto en el Pirineo como en la Cordillera cantábrica.

Quedan menos de 50 machos de urogallo reproductores en el Pirineo aragonés

El urogallo pirenaico (Tetrao urogallus aquitanicus) es una especie que presenta una clara tendencia regresiva de sus poblaciones en las últimas décadas y por ello está catalogada como “Vulnerable” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y como “Sensible a la Alteración de su Hábitat” en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón. Consecuencia de esta catalogación, la especie cuenta con un Plan de Conservación de su Hábitat, aprobado por el Decreto 300/2015, de 4 de noviembre del Gobierno de Aragón, y algunas de cuyas medidas están actualmente en fase de revisión.

En nuestra Comunidad, la situación de esta especie es enormemente comprometida. Con datos de 2016 se ha estimado que quedan menos de 50 machos reproductores en el Pirineo aragonés, por esta razón uno de los objetivos del Plan de Conservación para la especie es tratar de detener, y revertir a medio plazo, la tendencia regresiva que se observa en su población.

Cuando las poblaciones son tan reducidas como en este caso, la muerte de un solo animal representa una pérdida irreparable por su posible aportación genética al conjunto de la población, algo que incidirá drásticamente sobre sus posibilidades de supervivencia. Por ello, deben descartarse cualquier tipo de iniciativas que puedan incidir de manera negativa sobre los ejemplares en los momentos más críticos de su ciclo vital. Los intentos para obtener fotografías o vídeos, la simple proximidad a un evento natural singular o la falta de control sobre los perros que nos acompañan en nuestros paseos por el monte, pueden llevar a provocar de manera involuntaria incidentes desgraciados como el que nos ocupa, que contribuyen además a dificultar los esfuerzos que desde otros ámbitos se están poniendo en marcha para salvaguardar un patrimonio natural común que debe preservarse para generaciones futuras.

La colaboración ciudadana puede evitar estas situaciones poniendo los hechos en conocimiento de los Agentes para la Protección de la Naturaleza o, en su caso, del personal del Espacio Natural Protegido para que estos puedan tomar las medidas más oportunas a la mayor brevedad posible.

 
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