Innumerables enjambres de abejas en una primavera de gran actividad para estos insectos

Los bomberos están teniendo trabajo extra estas últimas semanas, eliminando enjambres de abejas que se van posando por diferentes puntos de la ciudad de Huesca y también de pueblos de los alrededores. Ramas de áboles, fachadas, retrovisores o sombrillas sirven de lugar en el que se establecen, causando temor a la población. Los apicultores aseguran que esto es un proceso normal, puesto que en la primavera estos insectos tienen una mayor actividad, y es cuando se dividen las colmenas para multiplicarse.

El pasado año fue peor, porque no había demasiada floración. Pero esta primavera está resultando especialmente rica, lo que ha propiciado una mayor presencia de enjambres, que al fin y al cabo es la forma de dividirse una colmena.

La abeja reina abandona la colmena acompañada de, aproximadamente la mitad de sus miembros. Van buscando ubicaciones y se van parando en ellos, creando la enjambrazón. Es un proceso que se va repitiendo conforme se van alejando de su colmena original.

En estas llamativas ubicaciones estarán muy poco tiempo, y seguirán buscando ubicaciones para posarse definitivamente y crear su propia colmena. Es decir, que si no se eliminasen los enjambres, por parte de los bomberos o los apicultores, desaparecerían en unas horas.

Aunque no lo parezca, los enjambres tienen decenas de miles de abejas. Los expertos aseguran que uno normal puede tener entre 10.000 y 30.000 miembros. Puede haber incluso alguno que llegue a las 80.000.

En principio, un enjambre da más miedo que peligro conlleva. Es cuando menos peligrosas son las abejas, porque para abandonar la colmena han comido mucha miel, lo que les mantiene alimentadas durante 4 o 5 días, por lo que sin hambre no serían agresivas. Pero no hay que fiarse, y cuando se detecta un enjambre, hay que dar aviso a los bomberos.